Los trabajos, promovidos por Abanca, durarán dos años y en la planta baja del edificio se instalará una «flagship store» del nuevo modelo de oficina de la entidad bancaria.
Las obras de acondicionamiento del edificio del cine Avenida, en los Cantones, acaban de arrancar de la mano de Abanca y contando como DICSA como responsable. La entidad bancaria tiene previsto trasladar parte de sus servicios centrales, que actualmente están en Rúa Nueva.
Desde Abanca señalan que la obra «permitirá poner en valor un emblemático edificio, hasta ahora sin uso. Tendrá un marcado carácter institucional y de negocio, y contará con sello de sostenibilidad a la vez que mantendrá el valor arquitectónico del inmueble».
En la planta baja está previsto instalar una flagship store del nuevo modelo de oficina de la entidad bancaria. «Tendrá tres usos principales: espacio comercial, otro destinado para equipos que den soporte a las unidades comerciales y un apartado institucional».
Desde Abanca señalaron ayer que la obra «permitirá poner en valor un emblemático edificio, hasta ahora sin uso. Tendrá un marcado carácter institucional y de negocio, y contará con sello de sostenibilidad a la vez que se mantendrá el valor arquitectónico del inmueble». La entidad bancaria presentó su proyecto de rehabilitación en el 2019, pero la aprobación de Patrimonio se retrasó al pasado mes de enero por el valor arquitectónico del inmueble y su señalada ubicación.
En la planta baja está previsto instalar una flagship store (local insignia) del nuevo modelo de oficina de Abanca. «Tendrá tres usos principales: espacio comercial, otro destinado para equipos que den soporte a las unidades comerciales y un apartado institucional», indicaron ayer desde la empresa, que pagó más de 20.000 euros al Ayuntamiento de A Coruña por la licencia de rehabilitación de un inmueble.
El plazo previsto para la ejecución de las obras es de dos años, de forma que se estima que finalicen en el 2024. El presupuesto del proyecto, que prevé la conservación de los elementos característicos del inmueble y de la antigua sala de cine, asciende a los 3,9 millones de euros. Incluye la conservación de los elementos característicos del inmueble. Así se mantendrán las molduras, decoraciones y carpinterías originales.
En cuanto a la sala de cine, se trazará un lucernario de vidrio por todo el perímetro para permitir la entrada de luz natural. Asimismo, se mantendrán los volúmenes de las antiguas gradas, los elementos ornamentales, el zócalo de piedra artificial, los falsos techos y las molduras fabricadas en escayola. En la fachada de la planta baja se retirará el friso de piedra y se recuperará el pórtico proyectado originalmente por el arquitecto Rafael González Villar en 1937.